sábado, 28 de enero de 2017

Gershom Scholem




Gershom Scholem nació en Berlín como Gerhard Scholem el 5 de diciembre de 1897, en el seno de una familia ashkenazí asimilada, como tantas otras familias judías de clase media. Los Scholem llegaron a Berlín a principios del s. XIX. El padre de Gerhard, Arthur, tenía una imprenta rentable que proporcionaba recursos suficientes para que la familia dispusiese de dos empleadas domésticas: una cocinera y una doncella. Educó a sus cuatro hijos varones en el amor a la patria alemana e ignorando su origen judío. 

Gerhard se interesó por el sionismo. Para ridiculizar esta afición de su hijo Gershom, en la Navidad de 1911, su madre colgó en el árbol familiar un retrato de Theodore Herzl. El adolescente Gershom, en contra de la opinión paterna pero ayudado por su madre, comenzó a estudiar hebreo y el Talmud en una escuela judía de Berlín. En 1915 se sumergió en los estudios cabalísticos, a pesar de que reconocía le resultaban prácticamente ininteligibles. Paradójicamente no observaba los preceptos del judaísmo y estaba comprometido con la secularización. 

Sus tres hermanos Reinhold, Erich y Werner se alistaron en el ejército. Reinhold se unió al partido nacionalista Deutsche Volkspartie, mientras que, por el contrario, Werner, de ideología izquierdista, llegaría a afiliarse al partido comunista. En 1915, Werner, luchando en el frente serbio fue herido en un pie y enviado a un hospital para su recuperación. Abandonó la cama y, cojeando y de uniforme, se unió a una manifestación contra la guerra. Fue arrestado y acusado de traición. Este hecho fue origen de una fuerte discusión entre Gerhard y su padre, que lo acusó de que su estilo de vida burgués y su nacionalismo prusiano le impedían solicitar la anulación del juicio de Werner. Arthur echó de casa a Gerhard entregándole un billete de 100 marcos.

Gerhard fue llamado a filas y, tras dos aplazamientos, entró en el ejército donde permaneció dos meses, rechazado por una “psicopatía temporal que le hacía inútil para la guerra”.

Se matriculó en Filosofía y Matemáticas Puras en la Universidad de Berlín, donde solo pudo cursar algunos semestres, traslándose a Berna donde se doctoró en esta segunda disciplina en 1919. Al comienzo de la década de 1920 inició sus estudios de lenguas orientales e historia de las religiones en Munich, donde se graduó cum laude en 1922 con una tesis en la que tradujo y realizó un comentario a los textos cabalísticos Sefer ha-Bahir ("El Libro de la Iluminación").

Conoció en este época a Walter Benjamin, que ejerció una gran influencia en su trayectoria intelectual. Benjamin era un marxista singular interesado por la filosofía del lenguaje, el arte y la literatura. Por su parte, Scholem dedicaba su magisterio al estudio de la Cábala y… a la defensa de su gran amigo Benjamin, cuya obra se truncó prematuramente cuando se suicidó en Port-Bou huyendo de la Gestapo. Si el éxito póstumo de Benjamin obedece a la apoteosis de aquella escuela, éste nunca hubiera sido posible si Scholem no hubiera salvaguardado su legado intelectual como un preciadísimo tesoro, pese a que intelectualmente les separara un abismo real, ya que marxismo y sionismo eran agua y aceite. El cemento de su amistad era la mística.

Scholem conoció también al joven sionista Zalman Rubashov, que con el nombre de Zalman Shazar sería el tercer presidente de Israel, y que lo invitó a una pensión en la parte oeste de Berlín donde se alojaban numerosos inmigrantes judíos procedentes de Euoropa oriental. Inspirado por este espíritu sionista y decepcionado por el nacionalismo alemán, mostró su rechazo a la Gran Guerra en particular y a los nacionalismnos en general, creencia que adoptó en su vida y trasladó a su visión del sionismo. Scholem cambia su nombre alemán de Gerhard por el de Gershom.

A mediados de septiembre de 1923 emigra a Palestina, donde a poco de llegar le ofrecen un puesto de bibliotecario en la sección hebrea de la recién creada Biblioteca Nacional. En ese puesto colecciona y cataloga centenares de manuscritos cabalísticos que hasta ese momento pocos conocían y casi nadie leía. En 1925 se dedica a también a pronunciar conferencias y en 1933 es nombrado profesor de Cábala y Mística judía en la Universidad Hebrea.

En 1948 publica “Las grandes corrientes de la mística judía”, trabajo dedicado a Walter Benjamín. En 1958 recibe el Premio de Israel sobre estudios judíos. En 1960 “La Cábala y su simbolismo”, en el que se analiza una de las figuras emblemáticas de la mística judía, el golem, un hombre creado por arte de magia, acaso en competencia con la creación divina de Adán. Este libro, en el que se aprecia un profundo conocimiento de la historia y la filosofía, despertó gran interés incluso en medios no judíos. En general, en toda su obra, analiza el judaísmo rabínico tradicional desde una óptica intelectual heterodoxa que incluye una visión crítica de pensadores modernos como Marx o Freud. 

En 1958 recibió el Premio Israel. En 1962 publicó “Los orígenes de la Cábala” y fue elegido vicepresidente y, en 1968 presidente, de la Academia israelí de Ciencias y Humanidades. Un año más tarde es nombrado "Digno Ciudadano de Jerusalén". Y en 1977 le entregan el Premio Bialik en reconocimiento al pensamiento judío. El 21 de febrero de 1982 fallece en Jerusalén.

La contribución de Gershom Scholem a la imagen que de sí mismos tienen en este siglo los judíos resulta tan excepcional que nos hallamos lejos de poder codificarla: representa la quintaesencia del pensador judío moderno, y su obra se sitúa, junto con la de Kafka y la de Freud, entre la disputa teológica y las ambigüedades de la secularización. 

Cuando Scholem amplía los parámetros del academicismo judío de forma que incluyan lo heterodoxo, lo irracional, lo místico y lo mágico, está reclamando una historiografía que no se limite a ser un simple registro panegírico de las antiguas gestas judías. Scholem aspira a que escrutemos las peregrinaciones del alma judía tanto en sus incongruencias teológicas como en sus irreverencias históricas. En el corazón de esta empresa filológica (al igual que en el aspecto político, de ensayista, de Scholem) subyace un intento de dar respuestas a «la pregunta sobre la posición del judaísmo y su tradición en un mundo secularizado y tecnológico», una de las cuatro preguntas que plantea en una evaluación programática de «La teología judía en la actualidad».

Las 95 tesis sobre judaísmo y sionismo de Scholem, recién publicadas, abordan cuestiones tales como el problema de la creación, el status ontológico del lenguaje, la relación entre mito y religión teísta, la naturaleza de la justicia y el orden, la esencia de la Torah, su aversión hacia el concepto neorromántico de la experiencia vivida, la inmanencia del mesianismo en el proceso histórico, la relación entre Ley y Comentario, la transmisión entre lo escrito, lo hablado y lo callado. En una de sus tesis el mito cabalístico exterioriza la tensión inherente a la noción de lo mágico, que posee un poder indeterminable para manipular el destino y, por lo tanto, incluso quizá para poner en tela de juicio la soberanía absoluta de Dios. Así el mito, afirma, fue expulsado del judaísmo atemorizado por lo mágico y la teúrgia.

MAG/29.01.2017



martes, 24 de enero de 2017

Walter Benjamin




Walter Bendix Schönflies Benjamin nació el 15 de julio de 1892 en Berlín-Charlottenburg, en el seno de una familia ashkenazí asimilada. Su padre fue primero banquero y luego anticuario y marchante de arte. Walter tuvo el primer contacto con el poder de la palabra, o así lo recordaba, con su madre, Pauline Schönflies, cuando de pequeño ella le contaba cuentos. Era sobrino del psicólogo William Stern y primo de la poetisa Gertrud Kolmar y del filósofo Günther Anders, marido de Hannah Arendt. 

A la edad de 10 años empezó los estudios secundarios en el Friedrich Wilhelm Gymnasium berlinés y a los 12 por razones de salud la familia lo envía al internado de Hermann-Lietz-Schule de Haubinda en Turingia. En 1907 reanudó sus estudios en Berlín en el Friedrich Wilhelm Gymnasium, donde es influenciado por Gustav Wyneken, inspirador del movimiento republicano Freie Studentenschafte, quien le incita a alistarse en los Jugendbewegungen. En 1910 escribe sus primeros ensayos sobre pedadogía en Der Anfang, la publicación de este movimiento, bajo el pseudónimo “Ardor”. 

En 1912 ingresa en la universidad de Friburgo para estudiar Filosofía e Historia del Arte. Se compromete con Grete Radat. En ese mismo año viaja a Italia y a poco de regresar es nombrado presidente de la Asociación de Estudiantes Libres de Berlín (Freie Studentenschafte), muy crítica con el nacionalismo alemán. En 1914, en desacuerdo con sus compañeros, se retira de las actividades del movimiento y de la revista Der Anfang. 

Tras el estallido de la guerra se presentó como voluntario, aunque fue declarado no apto para el servicio. El suicidio de dos amigos combatientes le marca profundamente. Para pagarse sus estudios completa la asignación que se padre le pasa, traduciendo al alemán los Tableaux parisiens de Charles Baudelaire. 

Se desplazó a Munich para continuar los estudios de filosofía en la universidad de esta ciudad, donde conoció a Rainer María Rilke y al matemático Gershom Scholem, afiliado al movimiento sionista, con quien hizo una gran amistad. Redactó un estudio sobre la poesía de Hölderlin. Entabla amistad con Theodor Adorno, filósofo judío máximo exponente de la Escuela de Francfort. En 1915 Benjamin reacciona contra un texto de su antiguo mentor Gustav Wyneken que anima a la juventud alemana a servir a la patria y rompe con él. En esa época conoce también al bibliotecario y escritor judío alemán Werner Kraft. 

En 1916 rompe su compromiso con Grete Radt para vivir con Dora Pollack, hija del sionista vienés Leon Kellner, separada de su primer marido el periodista Max Pollack. En 1917 Benjamin es llamado a filas, pero se procura un certificado médico que dilata su incorporación. Se casa con Dora Pollack y pasa con ella un tiempo en un sanatorio en Dachau. Se trasladan a Suiza para que Benjamin siga los cursos de la Universidad de Berna, donde conoció a Ernst Bloch, filósofo marxista de las utopías, exiliado en Suiza por su ascendencia judía. Benjamin comienza una tesis acerca del concepto de crítica artística en el romanticismo alemán.

En 1918 la pareja tiene un hijo, Stephan y un año después consiguió su doctorado cum laude con la tesis Der Begriff der Kunstkritik in der deutschen Romantik, que se publicaría en 1920 en Berna. 

Benjamin continua con sus traducciones de Beaudelaire que no cubren las necesidades familiares y regresan a Berlín. En 1921 comienzan sus desavenencias con Dora, de la que se separaría en 1930, y se traslada a Heidelberg, para conseguir, sin éxito, el acceso a la carrera académica. 

En 1922 Hofmannsthal le publicó en Neue Deutsche Beiträge un ensayo sobre “Las afinidades electivas de Goethe”. Entre 1923 y 1925 Benjamin trabajó en su obra más amplia: otro ensayo, brillante aunque esotérico, sobre los orígenes del drama barroco alemán (Ursprung des deutschen Trauerspiels), un análisis filosófico de una forma artística históricamente determinada que constituye un ejemplo del método especulativo de su autor, cuyo pensamiento no se ciñe a la meditación de los clásicos temas de la filosofía, sino que brota de una aplicación al dato concreto cultural. Presentado el trabajo a la Universidad de Francfort, le fue negada la licencia profesional a que con ello aspiraba.

Walter Benjamin inició entonces una amplia colaboración en diarios y revistas que frecuentemente le deparó la oportunidad de viajar por Europa. En 1924 pasa una temporada en Capri, donde coincide con Bertolt Brecht defendiendo su concepto de "teatro épico”. Brecht le presenta a su  ayudante Asja Lācis, directora escénica letona, con quien Benjamin mantiene una relación y se inicia en el marxismo, bajo la influencia de la obra del filósofo y político húngaro Georg Lukács Geschichte und Klassenbewusstsein. En el pensamiento de Benjamin, nunca cerrado en una ortodoxia, el concepto marxista de la enajenación ocuparía desde entonces un lugar esencial.

En 1925 Benjamin viaja a Francia, residiendo en París y más tarde en el departamento del Var. Luego en Mónaco, mientras traduce a Proust. En 1926 fallece su padre. Hace una rápida visita a Berlín y regresa a Francia.

Se le encargó la redacción del artículo "Goethe" de la Enciclopedia soviética, y durante el invierno de 1926-27 realizó un viaje a Moscú. Sus notas de viaje son consideradas como los mejores documentos críticos de la sociedad soviética de entonces. Vuelve a París y termina la traducción de À l'ombre des jeunes filles en fleurs, segunda parte de À la recherche du temps perdu ("En busca del tiempo perdido")En 1928 el editor Rowohlt le publicó Ursprung des deutschen Trauerspiels, y el tomo de breves ensayos y reflexiones Einbahnstraße (“Dirección única”). 

Benjamin estuvo unos meses en Ibiza y en Niza antes de regresar a Alemania, pero el triunfo electoral de Hitler y su asalto al Reichstag, hicieron que abandonara definitivamente el país el 17 de marzo de 1933. Primero, buscó refugio en Svendborg (Dinamarca) con Bertold Brecht y luego en San Remo donde vivía su ex-mujer. 

Finalmente, emigró a París, donde empezó a colaborar con Theodor Adorno y Max Horkheimer recibiendo una ayuda del Institut für Sozialforschung de Francfort (entidad asimismo emigrada). En París estableció contacto con intelectuales y artistas alemanes refugiados, como Georg Lukács, Hannah Arendt, Hermann Hesse y Kurt Weil. Escribió sin descanso en condiciones económicas muy precarias en el texto que juzgaba el resultado de toda su labor: Paris, die Hauptstadt des XIX Jahrhunderts ("París, la capital del s. XIX"). Los primeros años como exiliado le resultaron muy duros; finalmente el Institut für Sozialforschung le dio el nombramiento de miembro y le abrió las páginas de su revista, donde aparecieron algunos de los mejores textos del autor, entre ellos Das Kunstwerk im Zeitalter seiner technischen Reproduzierbarkeit (“La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica”) en 1936. Preparó su libro monumental (e inacabado) Passagenwerk (“El Libro de los Pasajes”). Conoció a Georges Bataille y se inscribió en el Collège de Sociologie. En 1938 visitó por última vez a Bertold Brecht en Dinamarca.

En enero de 1938, en el puerto de San Remo, despedía a sus amigos Theodor y Gretel Adorno, quienen partían hacia Nueva York. Cuando éstos le aconsejaron que siguiese el mismo camino, Benjamin respondió: Hay posiciones por defender en Europa. En ese mismo año, su hermano Georg, médico y concejal comunista en Berlín, era detenido. A finales de febrero de 1939, la Gestapo retiró la nacionalidad alemana a Benjamin. No podía abandonar Francia sin un permiso de residencia otorgado por el país de destino que acreditase su condición de refugiado alemán. El 1 de septiembre de 1939 fue internado en un campo de concentración y posteriormente en un campo de trabajadores voluntarios en Nevers. A finales de noviembre, fue liberado gracias a la intervención de amigos intelectuales franceses y regresó a París, donde escribió su último libro, inacabado, Über den Begriff der Geschichte Thesen (“Tesis sobre la filosofía de la historia”). 

En el inicio de la II Guerra Mundial y después de varios años de conflicto civil en España, Benjamin había pergeñado su tesis del “Ángel de la Historia” o Angelus Novus. Contempla ahí desolado las ruinas de la Historia arrasada por el huracán del progreso destructor y aniquilante, del que el hombre no puede escapar y que le arrastra hacia un futuro aterrador construido sobre las cenizas de la Humanidad.

En 1940, cuando la Francia de Vichy ya había firmado el armisticio con el Tercer Reich y las tropas nazis estaban a punto de entrar en París, en el mes de mayo abandonaba precipitadamente la ciudad (su apartamento había ya sido registrado por las autoridades). Al día siguiente, Hitler ocupaba París. Benjamin huye a Lourdes y de ahí a Marsella, ciudad donde tiene amigos. Se encuentra con Hannah Arendt y su marido Heinrich Blücher, con Arthur Koestler y con Hans Fittko, viejo amigo que le facilita la dirección de su mujer Lisa, quien se ha establecido en la localidad pirenáica de Portvendres para ayudar a los exiliados a abandonar Francia de forma clandestina a través de las montañas. Sólo existe una opción: alcanzar España a través de algún paso en los Pirineos, cruzar todo el territorio español hasta Portugal, y ahí embarcar hacia América. Este es el camino que siguen muchos exiliados. Después de muchas dificultades, Benjamin consigue en Marsella el visado del consulado americano que autoriza su entrada en los Estados Unidos, donde espera reencontrar a sus amigos Horkheimer y Adorno, y reanudar su trabajo para la Escuela de Frankfurt en América.

Con el visado, Benjamin parte en tren hacia Portvendres acompañado de la fotógrafa Henny Gurland (quien más tarde, ya en los Estados Unidos, se casará con Erich Fromm) y de su hijo Joseph. Los ha conocido en Marsella tramitando el visado. Una vez en Portvendres, Lisa Fittko les cuenta que existe un sendero poco transitado que cruza la frontera y llega hasta Portbou. A pesar de las dificultades de la ruta y de su frágil salud (Benjamin está enfermo del corazón), es la única salida posible.

La tarde del 24 de septiembre, discretamente, Lisa Fittko, Walter Benjamin, Henny Gurland y su hijo Joseph, realizan una prospección del camino. Benjamin, muy fatigado, decide pasar la noche a la intemperie, no se ve con fuerzas suficientes para regresar y efectuar de nuevo la misma ascensión el día siguiente. Pasa la noche, solo, en una zona de pinos. A primera hora de la mañana del 25 de septiembre, Lisa, Henny y Joseph inician el camino hasta reencontrarse con Walter. El camino, que empieza llano, se hace más escarpado convirtiéndose en una especie de senda cubierta de piedras hasta llegar a un viñedo vertical por la zona umbría de la montaña. Benjamin, en su estado de salud, necesita descansar un minuto cada diez de marcha. Al cabo de unas ocho horas, llegan a la cima donde pueden contemplar el mar azul oscuro. Y abajo Portbou. En este punto, Lisa Fittko se despide.

Tras siete años de exilio en distintos puntos de Europa (en siete años, 28 direcciones), Walter Benjamin se halla en Portbou (España). Los tres fugitivos se presentan en la comisaría de policía, situada en la estación, donde se les informa que, al carecer de visado de salida de Francia, serán entregados a las autoridades francesas al día siguiente, con lo que esto conlleva: la consecuente deportación a las autoridades alemanas. Esa noche, y bajo vigilancia policial, se alojan en el Hotel Francia. Benjamin, en la habitación número 3 y después de realizar algunas llamadas, toma una fuerte dosis de morfina (la lleva junto a él desde Marsella) y al día siguiente por la mañana, encuentran su cuerpo muerto sobre la cama. Es el 26 de septiembre de 1940.

El día anterior escribió la siguiente nota que entregó a su compañera de viaje Henny Gurland para que se la hiciera llegar a su amigo Theodor Adorno: 

  • Dans une situation sans issue, je n'ai d'autre choix que d'en finir. C'est dans un petit village dans les Pyrénées où personne ne me connaît que ma vie va s'achever  (“En una situación sin salida, no tengo otra opción que ponerle fin. Mi vida se va a acabar en un pueblecito en los Pirineos donde nadie me conoce”

Si hubiesen llegado un día antes, hubieran obtenido el permiso de entrada al territorio español. Precisamente el 25 de septiembre había llegado un cambio de órdenes. Si hubiesen tardado un día más, probablemente tampoco los hubiesen detenido, o como mínimo, a los compañeros de viaje de Walter Benjamin se les permitió seguir el camino, aunque quizá tuvo algo que ver en esa decisión el impacto que causó en las autoridades policiales del pueblo la muerte del señor alemán. Al cabo de unos días, embarcaban hacia América.

Walter Benjamin, el filósofo que soñaba con una cultura europea universal, más justa y humana, alejada de los autoritarismos y el consumismo, que intentó fusionar el marxismo y el judaísmo, expiró a los 48 años de edad en esa modesta pensión con mínimas posesiones. Una maleta de piel, un reloj de oro, una pipa, un pasaporte expedido en Marsella por el American Foreign Service, seis fotografías tamaño de carné, una radiografía, unas gafas, varias revistas, diversas cartas, unos cuantos papeles y algo de dinero: éstas eran sus pertenencias, según la documentación del juez que firmó su muerte. Ese dinero sirvió para pagar el entierro en el nicho 563 de la zona católica del cementerio de Portbou, así como la factura del "Hotel Francia", según la documentación reunida por David Mauas en su documental “Quién mató a Walter Benjamin”, rodado en esa localidad. 

Si en el pueblo, la muerte del viajero extranjero se tiñó de leyenda, para otros, un final libremente escogido, se convertía en la rebelión más auténtica contra el terror nacionalsocialista por parte de quien había sido uno de los pensadores más lúcidos de la modernidad. Sin embargo, en la muerte de Benjamin, nada se halla definitivamente cerrado. El escritor Stuart Jeffries, en su artículo Did Stalin Killers liquidate Walter Benjamin?, publicado por el diario británico The Observer el 8 de julio de 2003, sostenía la hipótesis de que Benjamin fue asesinado por agentes soviéticos en connivencia con los nazis gracias al pacto de no agresión firmado entre la Unión Soviética y Alemania el 23 de agosto de 1939.

Por otro lado, la guía en la ruta, Lisa Fittko, que murió en el año 2005, siempre había hablado de una maleta con un manuscrito que Benjamin custodió durante el viaje como un tesoro de gran valor. ¿Contenía un último manuscrito? La maleta no se ha encontrado nunca, se desconoce su destino. Aun así, en el acta del juez donde se detallan los bienes, no consta ningún manuscrito

En 1944 y como homenaje a Walter Benjamin se erigió en Portbou un monumento obra del escultor israelí Dani Karavan titulado ‘Pasajes’: ”unas escaleras que van a dar al mar y hablan de horizontes y viajes", en definición del autor. La ópera Shadowtime con música de Brian Ferneyhough y libreto de de Charles Bernstein recuerda la muerte del filósofo Benjamin.



En 1955 apareció una colección en dos tomos de los escritos del autor, dirigida por T. W. Adorno, al cual se debe particularmente la difusión de la obra y el pensamiento de su amigo.

Los ensayos de Benjamin sobre temas estéticos y literarios desde un punto de vista marxista ejercieron una gran influencia en su época y son considerados clásicos. Benjamin afirma que el auge del fascismo y la sociedad de masas son síntomas de una era degradada en la que el arte sólo es una fuente de gratificación para ser consumida, pero que podía servir de vehículo de difusión del comunismo y concienciar así a las masas. Acuñó el término "percepción aura", que denota la facultad estética mediante la cual la civilización puede recuperar una apreciación del mito. El término ‘aura’ surge en el discurso estético de Benjamin en su última época como un aviso del peligro que corre la obra de arte por su mercantilización y su reproducción masiva.

Benjamin, admirador de Kafka y de Klee, no cesó de recorrer Europa entre guerras sin dejar de escribir, buscando ser entendido y reconocido.



MAG/24.01.2017

sábado, 14 de enero de 2017

Soma Morgenstern








Salomo Morgenstern nació el 3 de mayo de 1890 en Budzanów cerca de Tarnopol, en el este de Galitzia (Imperio austro-húngaro), hoy Budaniw (Ucrania).  Sexto e hijo benjamín de una familia judía hasídica. Su padre Abraham Morgenstern era administador de fincas y aparcero, lo que obligaba a que la familia se moviese de un pueblo a otro al sur de Tarnopol. En familia se hablaba yiddish, y ucraniano y también polaco con los vecinos no judíos. 

A la edad de 5 años Salomo asiste a las escuelas ucranianas y polacas, y en casa aprende hebreo clásico (para comprender mejor los textos bíblicos) y alemán, por expresa voluntad paterna. En 1904 entra en la escuela secundaria polaca de Tarnopol, por deseo de su madre y en contra de la opinión del padre. A los 18 años asiste a una función teatral en Lemberg (hoy Lviv) y decide ser crítico teatral. Entretanto estudia por su cuenta filosofía occidental, lo que lleva a adoptar una actitud crítica con la religión.

En 1909 se celebra una conferencia sionista en Lemberg y Salomo participa como delegado estudiantil por Galitzia. Allí conoce a Joseph Roth que estaba presente por casualidad y no por convinción. Fallece Abraham Morgenstern a los 50 años de edad en un accidente y Salomo vuelve a interesarse por la religión.

En 1912 Salomo se presenta y pasa con distinción las pruebas de acceso a la universidad. Se matricula, como su padre deseaba, en la de Viena en Filosofía y Economía. Tras completar dos semestres traslada su matrícula a la Universidad Real de Lemberg. Cuando se declara la Gran Guerra se presenta voluntario pero no es declarado apto para la milicia. 

Ante la invasión de Galitzia oriental por las tropas rusas, huye con su madre y hermana de Lemberg a Viena, donde continua sus estudios universitarios.

El 28 de diciembre de 2014 es vuelto a llamar a reconocimiento médico y en esta ocasión supera las pruebas y el 15 de febrero de 1915 es destinado al regimiento local de Tarnopol, tras completar la instrucción en Widon (Styria). En agosto del siguiente año es enviado con la infantería austríaca a luchar contra los rusos en Serbia y Hungría. Hace un curso de ascenso a oficial de Intendencia y es nombrado agente para la compra de caballos. A mediados de 1918 regresa a Viena. Por esas fechas muere su hermano Samuel cautivo de los rusos.

Con la desintegración del Imperio austro-húngaro, Salomo Morgenstern se convierte en ciudadano polaco, ya que Budzanów, su lugar de nacimiento, pertenece ahora a Polonia. Se incorpora de nuevo a la universidad de Viena para estudiar Derecho, costeándose la carrera dando clases particulares. Solicita mantener la ciudadanía austríaca, pero su petición es rechazada.

En 1920 traduce al alemán el drama judío Sezowie (“Los Jueces”) escrito por Stanisław Wyspiański, dramaturgo polaco muy influyente, además de pintor, arquitecto y ebanista. En esa época Soma Morgenstern conoce a Renée, compositora francesa que lo introduce en la música de Mahler y en la Segunda Escuela de Viena, liderada por el judío Arnold Schönberg, y en la que descuella Alban Berg, quien llegaría a ser amigo íntimo de Morgenstern. Aparte de la música, su amistad con Berg se basaba en otros muchos intereses comunes, ante todo la literatura. De hecho, Berg siguió los consejos de Morgenstern cuando estaba buscando un libreto para su segunda ópera, Lulu. En reuniones en casa de Alban Berg, Soma Morgenstern conoció al filósofo judío Teddy Wiesengrund, que cambiaría su nombre por el de Theodor W. Adorno, y a Ingeborg von Klenau, hermana del editor Frankfurter Zeitung, Heinrich Simon.

Soma Morgenstern vive de alquiler en distintos apartamentos vieneses hasta terminar en el distrito periférico de Hietzing, el de Alban Berg. Se encuentra de nuevo con Joseph Roth con quien también se reúne con frecuencia. Decide cambiar su nombre al de Soma, más conveniente para un dramaturgo.

Finalmente, tras la interrupción de la guerra, el 23 de mayo de 1921 Morgenstern se doctora en Leyes por la Universidad de Viena. En ese año y siguiente escribe las obras teatrales ER oder ER (“ÉL o ÉL”) e Im Dunstkreis (“En el círculo del vapor”). En 1924 escribe sus primeros artículos como periodista en diarios alemanes como Berliner Tagblatt, Vossische Zeitung y Die Literatur.

Colabora con el productor cinematográfico y director de teatro, Max Reinhardt en el Theater an der Josefstadt.

En 1926 se traslada a Berlín donde espera encontrar más posibilidades para trabajar como periodista y crítico teatral. Sin embargo, lo contrata el Frankfurter Zeitung y tiene que trasladar su residencia a Frankfurt, donde conoce a los escritores judíos Siegfried Kracauer, periodista y teorizador sociológico del cine alemán y a Walter Benjamin, filósofo y ensayista alemán, que se suicidaría en la frontera franco-española en su huida a EE. UU. sin visado.

En 1928 el Frankfurter Zeitung envía a Soma Morgenstern como corresponsal cultural a Viena. Amplía en el Café Museum de la Karlsplatz su círculo intelectual inicial de Joseph Roth y Alban Berg con Eduard Steuermann, Otto Klemperer, Jascha Horenstein, Josef Frank, Kaspar Blond, Bernhard Fuchs, Karl Tschuppik, Ernst Bloch, Alma Mahler-Werfel y Conrad Lester.     

El 4 de septiembre de este año Soma Morgenstern se casa con Ingeborg von Klenau, de religión luterana, que cambia por el judaísmo de su madre.

En 1929 Morgenstern asiste en Viena al Congreso Mundial de Agudas Yisroel, organización que se opone al movimiento sionista, y que le sirvió de inspiración para su novela Der Sohn des verlorenen Sohnes (“El Hijo del Hijo Pródigo”), primer tomo de la trilogía Funken im Abgrund  (“Destellos en el abismo”). También en ese año recupera la nacionalidad austríaca y nace su hijo Dan.

En 1932 presenta el programa radiofónico “Perfil de un país: Austria” en la emisora alemana Südfunk.

En 1933 el Frankfurter Zeitung despide a todos sus empleados judíos, entre ellos a Soma Morgenstern, tras la subida al poder del partido nazi. Un año después huye a París durante unos meses mientras trabaja en su novela. Regresa a Viena y comienza a escribir Idyll im Exil (“Idilio en el exilio”), segunda parte de su trilogía.

En 1935 completa Sohn des verlorenen Sohnes, publicado por el editor berlinés judío Erich Reiss, y que alcanza los 4000 libros vendidos solamente a judíos en Alemania, según la normativa nazi vigente. Poco después de un encuentro en el Café Museum con Alban Berg, éste muere por septicemia.

El 12 de marzo de 1938, día del Anschluss (anexión de Austria por la Alemania nazi), Soma Morgenstern huye a París, teniendo que dejar en Viena a su mujer e hijo, por enfermedad de éste. Vive en el Hôtel de la Poste, Rue de Tournon, donde también se aloja Joseph Roth. El relato de esta gran amistad lo hizo Morgenstern en “Huida y Fin de Joseph Roth”.

Morgenstern completa Idyll im Exil que lo publica la editorial Allert de Lange en Amsterdam y que sirve para financiar la salida de Austria de Ingeborg Morgenstern y su hijo Dan a Copenhague. Soma trata de conseguir un visado para Dinamarca, pero le es negado.

Gracias a la intercesión del escritor Thomas Mann, la American Guild for German Cultural Freedom concede en 1939 una subvención a Soma Morgenstern que le anima a escibir el tercer tomo Das Vermächtnis des verlorenen Sohnes (“El Testamento del Hijo Pródigo”). Stefan Zweig consigue que el escritor Joseph Leftwich lo traduzca al inglés, publicándose en 1946.

En abril de 1939 Ingeborg y Dan visitan a Soma en París, poco antes del fallecimiento de Joseph Roth.

El 22 de septiembre Soma Morganstern es detenido bajo la acusación de ‘extranjero hostil’ y encerrado en el campo de concentración de Colombes, de donde es transferido a otro campo de concentración en Montargis. Stefan Zweig consigue sacarlo del campo y que se le otorgue un permiso de residencia en París. Todos los intentos de lograr un visado para los EE. UU. son inútiles. Es admitido como miembro del Círculo de Escritores en el Exilio (Exile-PEN).

Tras la invasión de Francia por la Alemania nazi en 1940, el 20 de mayo Soma Morgenstern es detenido por las autoridades francesas y llevado primero al Stade Buffalo en las afueras de París y poco después al campo de concentración de Audierne en Bretaña, que sería tomado por las tropas alemanas a finales de junio. En los momentos de confusión Soma Morgenstern con el físico vienés Alfred Reiss aprovechan para escapar, cruzando la frontera hacia la parte de Francia no ocupada. Morgenstern consigue un pasaporte polaco y se dirige a Marsella. Intenta infructuosamente conseguir un visado de salida y es arrestado de nuevo llevándolo a un campo en Marsella. Gracias a la ayuda del periodista estadounidense Varian Fry que organizó una red de rescate de judios y miembros de la resistencia desde la Francia de Vichy, Morgenstern logra viajar a Casablanca llegando a Lisboa en marzo de 1941. 

El 1º de abril de 1941 parte de Lisboa en el vapor GUINÉ de la Companhia Colonial de Navegação y finalmente llega a Nueva York el 15 de abril. Su amigo Conrad Lester le financia el viaje a Beverly Hills (California), donde trabaja en el tercer tomo de su trilogía que ahora denomina Vermächtnis des Verlorenen Sohnes, Flucht in Frankreich (“El Testamento del Hijo Pródigo. Huída en Francia”).

En 1942 fallece su madre en el campo de concentración de Theresienstadt y su hermana Helena en el Auschwitz-Birkenau.

En 1943 Soma Morgenstern regresa a Nueva York y se aloja en hotel Park Plaza cerca de Central Park. Se integra en un círculo de amistades en torno al caricaturista Al Hirschfeld y al crítico teatral Brooks Atkinson, se encuentra con antiguos compañeros de estudios que localiza en Nueva York e inicia una correspondencia activa con los que se quedaron en Europa.
   
En 1946 se publica la traducción inglesa de la trilogía por la Jewish Publication Society of America de Filadelfia y por Rinehart & Company, Inc, de Nueva York. Soma Morgenstern adquiere la ciudadanía estadounidense. 

En 1947 Ingeborg Morgenstern y su hijo Dan se reúnen en Nueva York con Soma, que se recupera de una parálisis que le impedía escribir y comienza a trabajar en Die Blutsäul (“Las Columnas de la Sangre”).

En 1950 viaja a Europa para visitar a sus amigos en Londres, París, Munich, Viena, Zurich y Marsella. Luego continua viaje a Israel para visitar a la única superviviente del holocausto en su familia, su hermana Klara, que fallecería en accidente en 1953.

En 1955 inicia su autobiografía que no llegó a completar.

En 1957 viaja de nuevo a Europa y recibe de la República Federal Alemana a compensación vitalicia.
   
El 17 de abril de 1976 Soma Morgenstern fallece en Nueva York, casi completamente desconocido para el público literario. A partir de 1994 su obra comenzó a editarse completa y en su lengua original.

Su hijo Dan Morgenstern es un conocido compositor de música de jazz, que dirigió durante una larga temporada el Instituto de Estudios de Jazz en la Universidad  Rutgers.

Obras más destacadas de Soma Morgenstern son:

Trilogía novelística Funken im Abgrund (Destellos en el abismo), Lüneburg, 1996:
  • Tomo I, Der Sohn des verlorenen Sohnes.
  • Tomo II, Idyll im Exil.
  • Tomo III, Das Vermächtnis des verlorenen Sohnes.
Flucht in Frankreich, 1998, descripción novelada de su fuga por suelo francés.
Der Tod ist ein Flop, 1999, novela (“La muerte es un fracaso”).
Die Blutsäule, 1997, esbozo narrativo (“Las columnas de sangre”) sobre el asesinato masivo de los judíos en un pueblo de Galitzia
Joseph Roths Flucht und Ende, 1994, recuerdos con el escritor Joseph Roth 
Alban Berg und seine Idole, 1995, recuerdos con el compositor musical Alban Berg
In einer anderen Zeit. Jugendjahre in Ostgalizien, memorias de familia.

Entre los autores judíos de su época, Morgenstern era el que más se sentía vinculado a su religión y la cultura de origen, hecho que lo hizo extremadamente sensible a cualquier forma de rechazo, observado en los judíos asimilados, así como a toda expresión de antisemitismo. La literatura era el medio empleado por Morgenstern para reivindicar una imagen auténtica de su cultura hasídica, entonces ya escarnecida y amenazada de muerte por el nacionalsocialismo.

Cuando el antisemitismo empezó a expandirse por toda Europa, Morgenstern decidió escribir su trilogía novelística, “Destellos en el abismo”, que plasmaba la vida de una familia judía en Galitzia oriental. Es un trabajo capital sobre el mundo judeoalemán, más o menos integrado, descrito desde Viena. Parte de un hecho real, como la mayoría de su literatura. Así en el primer tomo, “El hijo del hijo pródigo”, narra con agudeza y claridad una secuencia de vivencias en un Congreso de judíos ortodoxos, en la Viena de 1929, y que llegan de toda Europa (los tres libros están escritos desde esa fecha hasta 1945). Aunque el relato sigue a varios personajes, Morgenstern se centra en un joven asimilado, hijo de un judío converso, que está atravesando una crisis religiosa en ese momento y que queda impresionado por lo que ve y oye en ese Congreso. Tras el segundo tomo, “Idilio en el exilio”, que se desarrolla en el campo, el relato concluye con el largo relato “El testamento del hijo pródigo”, con la lectura por el protagonista de unas cartas de su padre, en las que explica lúcida y raramente sus motivos para cambiar de religión.

Las tres novelas cuentan, con un aliento épico a la altura de la gran narrativa rusa del siglo XIX, la historia del hijo de un judío converso que en el año 1928 abandona Viena, regresa con su tío al pueblo natal del padre en Galitzia, recupera la fe de su familia paterna y acaba por fundar una escuela de agricultura para los que quieren emigrar a Palestina

Fue alabado de inmediato por Musil y por otros grandes escritores, sin embargo tras la Segunda Guerra Morgenstern se vio relegado, acaso por su inconformismo y por el destino de muchos judíos emigrados.

Sus memorias “Huida en Francia” y “En otro tiempo”, que son unas pieza maestra autobiográfica, así como sus escritos memorialísticos sobre Joseph Roth (“Huida y fin de J. Roth”) y sobre Alban Berg, (“A. Berg y sus ídolos”) son documentos no sólo de sus apreciaciones cercanas a éstos y a su familia sino de toda la cultura austriaca de principios de siglo XX.

Los manuscritos de la segunda y tercera parte de su trilogía, sus apuntes autobiográficos y la mayor parte de la correspondencia con sus amigos le fueron arrebatados, de manera que el exiliado tuvo que reconstruir laboriosamente cuanto había escrito anteriormente. La pérdida de su entorno cultural, empezando por la lengua, la muerte de sus amigos, el asesinato de su madre y de gran parte de su familia en los campos de exterminio nazi le hundieron en una crisis profunda que lo llevó al borde del suicidio y le impidió continuar con su trabajo literario durante mucho tiempo.


MAG/15.01.2017