Vasili Semiónovich Grossman (Василий Семёнович Гроссман) nació el 12 de diciembre de 1905 en Berdýchiv (Imperio ruso, actualmente Ucrania). Su nombre original era Iósif Solomónovich Grossman. Pertenecía una familia de comerciantes judíos de cultura rusa. Su padre era ingeniero químico y su madre profesora de francés. De 1910 a 1912 la familia reside en Ginebra, donde Vasili recibe su primera enseñanza. El matrimonio se separa y madre e hijo regresan a Berdýchiv, alojándose en la casa sus tíos, Anjuta y David Šerencis, célebre médico y filántropo de la ciudad. En 1914 Vasili y su madre se trasladan a Kiev, donde el niño es matriculado en el Liceo Moderno. Cuatro años después vuelven a Berdýchiv, donde el joven Vasili estudia y complementa, con trabajos esporádicos, los ingresos de su madre como profesora.
Entre 1920 y 1922 la guerra civil provoca grandes daños y hambruna en Rusia, sentida particularmente en Ucrania. Se desencadenan intensos pogromos contra las comunidades judías.
De 1921 a 1923 Vasili Grossman estudia en la Escuela Superior de Educación Nacional de Kiev. Por un tiempo David Šerencis corre con los gastos y, cuando deja de hacerlo, la madre de Vasili recurre al padre, quien aloja en su casa a Vasili y se hace cargo de los estudios de su hijo hasta que completa la enseñanza secundaria.
A los 18 años de edad, Vasili Grossman se matricula en la facultad de Física y Matemáticas de la Universidad Estatal Lomonosov de Moscú, asistiendo a las clases de Química. Vive del escaso dinero que su padre le envía mensualmente. De 1924 a 1929 frecuenta la Universidad sin mostrar especial interés por la Química ni por las Ciencias en general. Se empieza a interesar por la literatura y los temas sociales, influido por su prima, Nadia Almaz, cinco años mayor que él, miembro del Partido Comunista y asistente personal de Solomon Lozovskij, jeje del Profintern (Internacional Sindical Roja).
En las vacaciones de fin de año de 1928, que pasa en Kiev, se encuentra con una antigua compañera del Liceo, Anna Pëtrovna Macuk (Galia), con quien se casaría unos meses más tarde, aunque ella continua sus estudios y trabajo en Kiev y él regresa a Moscú hasta terminar la universidad. En mayo y junio de este año Grossman participa en una misión de jóvenes activistas a Uzbekistán. A su regreso, el 7 de julio de 1928, escribe su primer artículo en Naša gazeta sobre la colectivización de una fábrica uzbeka. Ocho días más tarde le publican un artículo en Pravda.
En 1929 firma un contrato con el semanario Ogónek para la publicación de un ensayo en el que defiende la contribución de la comunidad judía a la victoria comunista en nombre de la ‘fraternidad universal’ y trata de disipar la idea de que los ricos especuladores judíos solo se interesan por sus negocios. Durante el verano cumple la formación obligatoria para los estudiantes universitarios trabajando en una fábrica de jabón. Finalmente consigue su licenciatura en diciembre de 1929.
En enero de 1930 nace su hija Ekaterina Vasilievna que pronto es enviada a Berdýchiv junto a su abuela, con quien crecerá y la educará.
Gracias a las gestiones de su padre, Vasili Grossman es contratado por el Instituto de Patología y de la Salud de los Laboratorios de Stalino (actualmente Donetsk) en la cuenca del Donets. Su mujer Galia permanece en Kiev.
En 1932 le diagnostican una tuberculosis incipiente y es enviado al sanatorio de Sujumi en Georgia. Poco después se comprueba que el diagnóstico estaba equivocado y Grossman aprovecha la oportunidad para regresar a Moscú. Se divorcia de Galja y se aloja en la casa de su prima Nadia, que le consigue un puesto como químico en la fábrica de lápices ‘Sacco & Vanzetti', así nombrada por los emigrantes italianos anarquistas ajusticiados en la silla eléctrica en Massachusetts.
Vasili Grossman escribe a Máximo Gorki, el escritor identificado con el movimiento revolucionario soviético, enviándole algunos escritos, entre ellos, su novela Gljukauf, que relata la vida de los mineros en la cuenca del Donest. Gorki le recomienda revisar el texto procurando una mayor adhesión al realismo socialista. El 28 de marzo de 1933 la policía secreta OGPU (Directorio Político Unificado del Estado) arresta a su prima Nadia Almaz acusada de trotskista y Grossman es interrogado. Nadia es expulsada del Partido Comunista y exiliada durante tres años a la ciudad de Astracán. Cumplida esta condena es trasladada al campo de trabajos forzados de Vorkuta-Pečersk, 50 km al norte del Círculo Polar Ártico, donde permanece otros tres años para su ‘reeducación’. Grossman reescribe su novela Gljukauf, autorizándose la publicación de esta nueva versión en 1934. La revista Literaturnaja Gazeta publica un relato, titulado ‘En la ciudad de Berdýchiv’, ambientado en su ciudad natal durante la guerra civil, y que es muy recibido por los lectores. Vasili Grossman se consagra como escritor y Gorki lo invita a su casa el 5 de mayo de 1934. Por indicación de éste, su novela Gljukauf se publica en el almanaque God XVI y el nombre de Grossman figura en el volumen de Personajes del Segundo Plan Quinquenal. Entra así en la élite literaria soviética gozando de reconocimiento y favores. De 1934 a 1936 publica dos libros de relatos Sčast’e (“Felicidad”) y Četyre dnja (“Cuatro días”).
En el verano de 1935 Vasili Grossman se une sentimentalmente a Olga Michailovna Guber, cinco años mayor que él, casada y con dos hijos. En octubre ella abandona al marido, Boris Guber, quien se queda con los hijos, y comienza a vivir con Grossman. Olga se divorcia y el 28 de mayo de 1936 formaliza el matrimonio con Grossman. En 1937 Boris Guber es arrestado y fusilado. Grossman es nombrado miembro de la Unión de los Escritores Soviéticos. Firma una carta conjunta de condena contra el llamado complot de Bujarín, que se publicó el 15 de junio en la Literaturnaja gazeta.
El 17 de febrero de 1938 Olga Michajlovna es arrestada como ex-mujer de Guber. Grossman decide adoptar a los dos hijos de ella, para que evitar que sean enviados a los campos especiales para los hijos de los ‘enemigos del pueblo’. Grossman se somete a los interrogatorios de la NKVD para convencer a los funcionarios del status de su mujer y de la desvinculación de ella del primer marido. Escribió una carta a Nikolái Yezhov, director de la Policía secreta soviética, y Olga Michailovna es liberada. En esta década de 1930, conocida como ezhóvschina, ocurrieron los Grandes Purgas desencadenadas por Stalin en las que fueron arrestados y condenados muchos de los amigos de Grossman, entre ellos su tío político David Šerencis.
De 1937 a 1940 Grossman se dedica a su primera gran novela épica Stepan Koltchugin que apareció publicada por capítulos a lo largo de estos años y que no llegó a terminar.
El 12 de junio de 1941 la Alemania nazi invade la Unión Soviética y se desencadena la llamada 'Gran Guerra Patriótica’. Grossman se presenta voluntario, pero dada su posición social y su profesión, le nombran Corresponsal Especial de guerra para el diario del Ejército Rojo Krasnaja Zvezda (“Estrella Roja”). Su superior y editor-jefe es el general David Ortenberg. El 5 de agosto Grossman es enviado al frente central. Olga Michailovna y sus hijos son evacuados a la localidad tártara de Chístopol, junto con otros familiares de los miembros de la Unión de los Escritores Soviéticos, como Borís Pasternak, Anna Ajmátova o Marina Tsvetáyeva. La madre de Vasili Grossman permanece en Berdýchiv, mientras que su hija Katerina, huyendo de la persecución nazi, regresa a casa de su madre Galia que se había vuelto a casar. El 7 de julio cae Berdýchiv en manos de las tropas alemanas y los días 14 y 15 de septiembre las SS asesinan a 20000 judíos, entre ellos a Katerina Vasilevna.
Grossman recibe su bautismo de fuego en Brjansk, una de las primeras ciudades tomadas por la Wehrmacht, después asiste a la caída de Oriol y es testigo de la derrota del Ejército Rojo en el primer año de la guerra. Estuvo con el 50º Ejército, que mandaba un general que había estado en la Guerra Civil española: "Petrov grita palabras españolas que suenan fuera de lugar aquí, bajo este cielo de otoño, sobre este suelo húmedo", anotó en sus cuadernos.
Los reportajes enviados por Grossman en 1942 son muy apreciados y el general Ortenberg le concede un permiso para terminar la novela corta Narod bessmerten (“El pueblo es inmortal”), transposición literaria de sus experiencias bélicas. La novela se publica en los meses de julio y agosto en Krasnaja Zvezda con gran éxito. Terminado el permiso, Grossman es destinado al frente sur-occidental llegando a Stalingrado a finales de agosto, en plena ofensiva alemana al mando del mariscal de campo Friedrich Paulus.
En octubre Grossman solicita y obtiene autorización para cruzar el Volga, uniéndose a los soldados de primera línea, a diferencia de la mayoría de los corresponsales y de los comisarios del partido que se quedan en la segura orilla este. Es entonces cuando Grossman se convierte en escritor de fama nacional. Sus artículos se leen en todas partes al describir con profundidad el heroísmo de los soldados del Ejército Rojo, considerado él como uno de ellos. Desde los cuarteles generales hasta la última trinchera, Grossman se puede mover libremente obteniendo así material de primera mano que ningún otro corresponsal puede lograr.
Entretanto en Chístopol un proyectil atraviesa la puerta del centro de reclutamiento y mata al hijo mayor de Olga Michailovna.
A principios de 1943 Grossman abandona Stalingrado siendo sustituido por el corresponsal Konstantin Simonov. El mariscal de campo Friedich Paulus firma la rendición el 31 de enero. A Grossman lo destinan al Primer Frente Ucraniano y el 4 de julio asiste a la encarnizada batalla de tanques cerca de Kursk. A medida que avanzan hacia Berdýchiv, Grossman se da cuenta del exterminio de los judíos por parte de los nazis. A finales de año entra en Kiev, donde Ilyá Ehrenburg lo invita a participar en la Comisión literaria del Comité antifascista judío. Grossman comienza a participar activamente en la redacción del Čërnaja Kniga (“Libro negro”), un conjunto de ensayos para documentar la masacre que los nazis infringieron a los judíos en el territorio soviético.
En enero de 1944 Grossman llega a Berdýchiv donde descubre las fosas comunes en las que debe encontrarse el cuerpo de su madre. Es entonces cuando emergerá su condición de judío como problema y como tarea. Esta labor de investigación sobre la masacre de Berdýchiv confluirá en el “Libro Negro”.
En agosto del mismo año entra con las tropas del Ejército Rojo en Treblinka. El campo de exterminio había sido destruido tras una revuelta de los internos. Grossman despliega una labor de indagación muy precisa, que cristaliza en el ensayo Treblinskij ad (“El infierno de Treblinka”) publicado en Znamja en noviembre de 1944. Esta información fue utilizada por el Fiscal General soviético en el juicio de Nürenberg.
Acompañando al Ejército Rojo, Grossman entra en Varsovia y, atravesando Alemania, el 26 de abril de 1945 llega a Berlín, donde lo destinan al Cuartel General del General Berzarin. A principios de junio regresa a Moscú, retirándose a descansar para recuperarse del agotamiento provocado por la continua tensión de la guerra. En agosto deja Krasnaja Zvezda y se vuelca en el proyecto del “Libro Negro”, cuyas galeradas serían secuestradas por las autoridades soviéticas en 1947. Finalmente pudo publicarse en el extranjero.
En 1946 se publica en Moscú, con el título Gody Voiny (“Años de guerra”), una colección de artículos y anécdotas, escritos por Grossman entre 1941 y 1945. En julio aparece en Znamja el texto teatral de Esli verit' pifagorejcam (“Si tuviéramos que creer a los pitagóricos”).
El 14 de agosto de 1946 se publica el decreto del Comité Central que lanza la campaña contra el cosmopolitismo, excusa con la que son perseguidos los judíos en la Unión Soviética hasta la muerte de Stalin.
En septiembre la prensa acusa a Grossman de errores ideológicos en su obra “Si tuviéramos que creer a los pitagóricos”.
En enero de 1948 es asesinado el presidente del Comité Antifascista Judío, Solomon Michoels. Se disuelve el Comité y sus miembros son detenidos bajo la acusación de alta traición y nacionalismo judío.
De 1946 a 1949 trabaja en exclusiva en la redacción de la novela sobre Stalingrado, que quiere titular así. Lo entrega a la revista Novyj mir para su publicación, pero no tiene la autorización necesaria hasta 1952, tras la incorporación de innumerables modificaciones requeridas por el Partido Comunista y la propia Unión de Escritores Soviéticos. Aparece en cuatro números consecutivos en la revista Novyj mir, pero con el título cambiado Za pravoe delo (“Por una causa justa”) utilizando una expresión célebre de Molotov. El libro tiene un gran éxito y es propuesto para el Premio Stalin por la Unión de Escritores Soviéticos.
En 1953 Grossman comienza a ser atacado por su condición de judío. Las acusaciones tienen carácter político y la situación se vuelve tensa. La redacción de Novyj mir declara públicamente haberse equivocado con la publicación de "Por una causa justa".
Sin embargo, tras la muerte de Stalin, se publica como libro “Por una causa justa”. Tanto el público como la crítica lo elogian. Y el libro es reeditado varias veces. De nuevo vuelve para Grossman un período de tranquilidad. Se publican sus antologías y colecciones de relatos de los años ’30 y ’40 y se reedita su novela épica Stepan Koltchugin.
En 1955 Grossman es condecorado con la prestigiosa ‘Bandera del Trabajo”.
Un año más tarde publica Vsë tečët (“Todo fluye”), donde relata el retorno de un detenido del Gulag a la vida cotidiana.
De 1955 a 1960 Grossman se dedica íntegramente a la redacción de Žizn’ i sud’ba (“Vida y Destino”), continuación de “Por una causa justa”, con un estilo más abierto reflejo del proceso de 'desestalinización' impulsado por Nikita Jruschov. Se atreve a describir en forma artística todas sus experiencias y lleva hasta sus últimas consecuencias las reflexiones sobre la sociedad soviética.
A mediados de los años 50 Grossman entabla una relación sentimental con la mujer del escritor Nikolaj Zabolockj, Ekaterina Vasilevna Zabolockaja, con quien durante un tiempo compartirá un apartamento en la Lomonosovskij Prospekt. En 1958 Grossman vuelve con su mujer Olga Michailovna.
En 1960 Grossman se decide a publicar “Vida y Destino” pero no en Novyj Mir, por el desplante que su redacción le hizo en 1953, sino en la revista Znamja. La decisión final para su publicación la debe adoptar el Comité de Redacción, y en su sesión del 19 de diciembre, a la que Grossman no asistió, fue denegada por graves errores políticos. El 5 de enero de 1961 Grossman recibe un escrito de la redacción de la revista en que le comunican que “Vida y Destino” no puede imprimirse por motivos ideológico-políticos. Grossman responde en una carta manifestando su amargura. El 14 de febrero tres oficiales de la KGB rebuscan en su apartamento y secuestran todo lo relacionado con “Vida y Destino”. Grossman es llevado a Comisaría pero pronto es dejado en libertad. Su carrera literaria queda terminada bruscamente.
Consigue publicar algunos relatos en Novyj Mir: “La calle”, “Algunos días tristes”, “Moskva”, “La vieja y el joven”. En noviembre parte para Armenia con un contrato para revisar la traducción rusa de una novela armenia. Dos meses más tarde regresa a Moscú. Escribe los apuntes del viaje que quería titular “Apuntes de viaje de un hombre viejo” aunque se publicarán póstumamente como Dobro vam! (“El bien sea contigo”).
El 23 de febrero de 1962 dirige un escrito al Secretario del Partido Comunista de la Unión Soviética, Nikita Jrischov, para que le fuera devuelto su manuscrito. En respuesta, le recibe en su despacho Michail Suslov, miembro del Presidium del Sóviet Supremo e ideólogo principal del Partido, que le niega definitivamente la publicación.
Grossman se dedica entonces a completar el manuscrito de “Todo fluye” añadiendo a la redacción principal muchas páginas llenas de precisas y amargas reflexiones históricas y políticas sobre la sociedad soviética, sobre Lenin, sobre Stalin y sobre la hambruna de Ucrania en los años ´30.
En 1963 sufre continuos dolores, le extraen un riñón y le diagnostican un tumor. En el verano del siguiente año lo trasladan al Hospital Pervogradskaja en la Leninskij Prospekt. Pide ser enterrado en el cementerio judío de Vostrjakovo. El 14 de septiembre de 1964 fallece de cáncer de estómago, acompañado por Olga Michailovna. Tampoco es respetada su última voluntad pues sus cenizas fueron depositadas en el cementerio de Troekurovskoe, filial del cementerio Novodeviče.
Como muchos textos gestados en la Rusia soviética, “El libro negro” de Vasili Grossman arrastra tras de sí una historia penosa y delirante. Destinado a recoger los atroces crímenes en masa perpetrados por los fascistas alemanes contra los judíos, nunca vería la luz en la Rusia de Stalin. De hecho, no llegó íntegramente a las librerías rusas hasta 1993. La idea, acopiar material que brindase evidencias documentales de lo que más tarde se llamaría el Holocausto, contó al principio con el beneplácito de las autoridades soviéticas. Una vez ganada la guerra, sin embargo, esa actitud cambió radicalmente: se borró de un plumazo la solidaridad internacional para con los judíos y la histeria antisemita reapareció en Rusia. Tampoco jugó a favor el incipiente clima de la guerra fría.
Ilyá Ehrenburg dice: "A finales de 1943, junto con V. Grossman, empecé a trabajar en una compilación de documentos... Decidimos reunir diarios, cartas personales, relatos de víctimas supervivientes o de testigos oculares de la aniquilación de los judíos cometida por los nazis en los territorios ocupados". Y así lo hicieron. Al frente de este ambicioso proyecto concebido por Albert Einstein, en el que colaboraron más de cuarenta periodistas sobre todo entre 1944 y 1946, estuvieron dos personalidades tan contrapuestas como Ehrenburg y Grossman. Si bien poseían muchas cosas en común -ambos eran escritores soviéticos de familias judías que gozaban de gran prestigio y visibilidad por las crónicas de guerra que redactaban para el periódico militar Estrella Roja-, discreparon abiertamente tanto por su manera de ser como de entender la obra.
Mientras que Ehrenburg era un pragmático que procedía según las exigencias del momento y se movía como pez en el agua entre la 'nomenklatura', Grossman era un epígono del humanismo ruso y europeo para quien la Solución Final tenía una gran carga emotiva debido, sobre todo, al asesinato de su madre. Así, Ehrenburg, más sagaz políticamente, entendía que para burlar la censura se debían soslayar ciertos aspectos. Por ejemplo, la colaboración de ciudadanos soviéticos con los alemanes o el excesivo hincapié en la condición judía de las víctimas. No se equivocaba. La comisión encargada de revisar el material detectó un "grave error": "En los textos presentados se aprecian descripciones demasiado pormenorizadas de la abyecta actividad de los ucranianos, letones y representantes de otras nacionalidades que traicionaron a la patria. Con ello, se rebaja la acusación principal y definitiva que presume al libro, a saber, la acusación contra los alemanes". Y, no obstante, para extirpar al Untermensch (subhumano), las SS de Himmler tuvieron que servirse de todo tipo de ardides y de mucha planificación. Sin la colaboración local, difícilmente se habría ejecutado con tanta eficacia el genocidio. La línea oficial de Stalin en el tratamiento del Holocausto fue "no dividáis a los muertos", algo que Ehrenburg llevó a la práctica como marxista consagrado a la idea de la fraternidad universal.
“El libro negro” estuvo auspiciado por el Comité Judío Antifascista, creado tras la invasión de Rusia por los alemanes en 1941, cuando Stalin ansiaba ganarse el apoyo internacional judío que había perdido con la invasión conjunta de Polonia por Alemania y la URSS, a raíz del Pacto Ribbentrop-Mólotov. La prohibición de que se publicara esta acta de la brutalidad no fue más que el preludio a la ejecución de varios miembros del comité. La ola de antisemitismo que atravesó Rusia tendría uno de sus máximos exponentes en el llamado "Complot de los médicos", en virtud del cual se acusaba a doctores judíos de haber intentado envenenar a los dirigentes del Kremlin. En este sentido, Grossman fue más lejos que Solzhenitsin, al dejar al descubierto no sólo la corrupción del marxismo-leninismo, sino también el espíritu xenófobo imperante en Rusia.
MAG/25.02.2017