domingo, 28 de mayo de 2017

Isaac Bashevis Singer






Isaac Bashevis Singer nació en el pequeño pueblo de Leoncin (Polonia, Imperio ruso)  en el 21 de noviembre de 1902 (aunque él daba la fecha del 14 de julio de 1904 para evitar el servicio militar). Isaac era el tercer hijo de una familia judía religiosa, su padre y sus abuelos eran rabinos. Su padre vinculado a la tendencia jasídica y la familia de su madre, Bathsheba, a la corriente racionalista de los mitnagdim, que no abraza el Talmud como en el jasidismo. Sin embargo, en su hogar la realidad cotidiana se fusionaba con la mística. “En casa se hablaba todo el tiempo de espíritus que tomaban posesión de seres vivientes, de almas perdidas y reencarnadas, de cuevas habitadas por demonios…”. Todos en su familia contaban historias y el joven Isaac empezó a inventar sus propias historias. Isaac también leía las populares novelas del detective Max Spitzkopf y su ayudante Fuchs, escritas en yiddish. 

Como conocía el ruso, también leyó obras de Turguenev y Tolstoi. aunque es “Crimen y Castigo” de Dostoyevski, la que sin duda ejerció más influencia en las obras de Singer.

En 1907 la familia se trasladó a otro pueblo próximo, Radzymin, donde su padre fue nombrado jefe del tribunal rabínico. Un año más tarde  la Yesivá, centro de estudios de la Torá y el Talmud, fue incendiado y la familia se trasladó a un barrio humilde de habla yiddish en Varsovia, donde Isaac fue educado en la tradición judía mediante el estudio de los textos en hebreo y arameo. En 1917, debido a las severas privaciones derivadas de la I Guerra Mundial, la familia se separa. Su madre decidió trasladarse, con sus hijos Isaac y Moshe, a la casa de su hermano en Bilgoray, un típico shtelt en la frontera austríaca, de donde era oriunda. 

En 1921 Isaac regresa a Varsovia junto a su padre e ingresa en el Seminario Rabínico de Tachkemoni, que pronto abandona. Vuelve a Bilgoray donde trata de mantenerse dando clases de hebreo. No lo consigue y se siente fracasado.

Su hermano mayor, Israel, que en Varsovia es el editor de una revista literaria en yiddish en la que él mismo escribía, la Literarische Bletter, ofreció a Isaac trabajar como corrector de pruebas. Isaac aceptó y se trasladó en 1923 a Varsovia, donde comenzó su carrera literaria: ante la disyuntiva de escribir en hebreo o en yiddish optó por éste último, porque "es la lengua que tiene más palabras para definir a un pobre”. Isaac traduce al yiddish la novela de Gabriele D’Annunzio, Il piacere (“El placer”), Der Zauberberg (“Montaña Mágica”) de Thomas Mann y otras obras de Stefan Zweig, Karin Michaelis y Erich Maria Remarque. 

Se hace amigo de Aaron Zeitlin y otros escritores jóvenes, cuyas inquietudes se dividían entre el sionismo y el bolchevismo, comenzando a interesarse por lecturas alejadas de la ortodoxia judía (Platón, Aristóteles, Schopenhauer y Kant, entre otros filósofos y autores como Maupassant y Chéjov). Pero el pensador que más influyó en su concepción del mundo y en su literatura fue Baruch Spinoza. 

En 1933 se publica en Varsovia su primera novela por fascículos, Satán en Goray, aparecida en la revista literaria Globus, co-fundada por él y por su amigo Aaron Zeitlin. Narra los sucesos acaecidos en 1648 en el pueblo de Goray, muy próximo a Bilgoray, donde un tercio de la población judía fue asesinada por los cosacos.
En 1935, cuatro años después de la invasión de Polonia por Hitler, Isaac Singer, consciente de los inminentes peligros que se ciernen sobre Europa, decide exiliarse a Estados Unidos. En camino hacia América visitó París, que le pareció "una ciudad tan alegre como el carnaval de Purim" (festival judío en el que se conmemora la leyenda de Esther).

Su pareja Runia Pontsch, de ideología comunista, y el hijo de ambos, Israel Izmar, emigran a Moscú. Runia, denunciada como sionista fue expulsada de la URSS y viaja a Turquía, con la intención de trasladarse a Tel Aviv. Finalmente los tres se encontrarían en Israel en 1955.

En Nueva York se reúne con su hermano, el conocido escritor Israel Joshua Singer, quien lo pone en contacto con The Jewish Daily Forward, el más prestigioso diario yiddish de la época, donde Isaac es contratado como periodista y columnista. Para ese entonces vivían en Nueva York aproximadamente dos millones de judíos y el Forward imprimía una tirada diaria de 250.000 ejemplares.

En 1943 Isaac Singer se convirtió en ciudadano estadounidense. Las noticias que llegaban de Europa, incluyendo la aniquilación de su madre y de su hermano menor, Moshe, tras ser deportados a Kazajistán por las autoridades soviéticas lo marcaron para siempre. En 1945 se agudiza su desesperanza con la muerte prematura por trombosis de su hermano Israel, a quien dedica su obra The Family Muskat, publicada en ese año. Su única hermana, Hinde Esther, casada Kreitman, también escritora, vive en Amberes (la ve solo una vez en Inglaterra en 1947, donde murió en 1954). En cuanto a su hijo Israel, le gustaría adoptarlo pero Runia se niega.
En 1938, Isaac Singer conoció a Alma Haimann (casada y divorciada Wassermann), una refugiada judía procedente de Munich, que trabaja en una tienda de ropa de prestigio, con quien vivió hasta su muerte. Ella ya tiene dos hijos y no habla yiddish. Se casaron en 1940 y el enlace le devolvió la energía convirtiéndose en un prolífico escritor bajo los seudónimos de Bashevis, Warszawski y D. Segal.

En 1953 su relato Gimpel the Fool and Other Stories (“Guimpel el simple”), traducido por Saul Bellow y publicado en la Partisan Review, lo coloca en camino al éxito.

Revistas como Harper’s, The Saturday Evening Post, Playboy, The Reporter y otras se disputan sus textos. Traducida al inglés y a diversos idiomas, su obra adquiere renombre internacional. El gran público se acerca nuevamente a la literatura yiddish a través de las traducciones. 

Algunos de sus lectores y críticos se sorprenden por la visión tolerante de Singer con la naturaleza humana. Escribió sobre la homosexualidad en Zeitl and Rickel, sobre el travestismo en Yentl the Yeshiva Boy y sobre los rabinos corruptos en Zeidlus the Pope.

Isaac Singer publicó 18 novelas, 14 cuentos para niños, memorias, ensayos y artículos. 

El mago de Lublin (1960), traducida a varios idiomas, habla de un mago lujurioso y su transformación hacia la expiación por autorreclusión. Con Shosha (1978), narra una historia de amor en la Polonia en los años treinta, vuelve a narrar la calle Krochmalna en la que creció. Entre las colecciones de relatos hay que recordar también a Un amigo de Kafka (1970), La muerte de Matusalén y otros cuentos (1988). Entre las historias y novelas autobiográficas: En el tribunal de mi padre (1966) y Amor y Exilio (1984).

Sus personajes, al igual que su creador, se debaten entre lo sagrado y lo profano. Los demonios, asociados a las pasiones y a la sensualidad, pueblan insistentemente su mundo de ficción, reflejando su percepción de la realidad circundante y su propia, desgarrada, vida interior. Lo justificaba diciendo: “Siempre he sentido que Dios ha sido muy mezquino al concedernos sus dones. No nos ha dado ni la suficiente inteligencia ni la necesaria fuerza física, pero ha sido extravagante con las pasiones. Todo ser humano ha recibido tantas y tan violentas, que aún un pobretón es millonario en emociones”. Tal vez el encanto de su obra se debe, por lo menos en parte, a la feliz combinación entre sus raíces ancestrales judías y un estilo modernista, consecuencia de las influencias contemporáneas europeas, que le confirieron significación universal. Si bien no fue en su época ni en su medio el único escritor prestigioso en yiddish, ni tampoco el único traducido al inglés, fue indudablemente el que alcanzó la más amplia difusión. 

Podría decirse que Isaac Singer fue un hombre afortunado, y no obstante, su obra lo delata como un escritor desgarrado. Su mirada contempla, irremediablemente, un mundo reducido al nihilismo moral. En su cuento El último demonio pone en boca de su protagonista las siguientes palabras: “Cuando el hombre mismo es un demonio no hacen falta más demonios…”. De todos modos, consecuente con sus historias acerca de espíritus y almas en pena, nunca creyó seriamente en la muerte. Creía en la reencarnación, que justificaba desde una lógica de economía divina: “Dios no enviaría las almas al mundo solo por una vez…”. Isaac Singer desarrolló su propia filosofía religiosa, que denominó “misticismo particular”, y definía de la siguiente forma: “Puesto que Dios es completamente desconocido y está eternamente en silencio, Él podría vincularse con cualesquiera ritos que uno utilizara para acercarse a Él.”

Singer fue un destacado vegetariano en los últimos 35 años de su vida. En su última historia, The Slaughterer (“El matarife”), describe la angustia de un matarife tratando de conciliar su compasión por los animales con su tarea de darles muerte.

A pesar de no escribir en ingés, en 1974 Isaac Bashevis Singer recibió el National Book Award estadounidense por su obra “La Mansión” y en 1978 el Premio Nobel de Literatura por la creación de una notable obra literaria en idioma yiddish. Estas son palabras que pronunció al recibir el Premio Nobel:

 “Your Majesties, Your Royal Highnesses, Ladies and Gentlemen,

People ask me often, ‘Why do you write in a dying language?’ And I want to explain it in a few words.
Firstly, I like to write ghost stories and nothing fits a ghost better than a dying language. The deader the language the more alive is the ghost. Ghosts love yiddish and as far as I know, they all speak it…”.

(Sus Majestades, su Alteza Real, Damas y Caballeros:
Me preguntan con frecuencia por qué escribo en una lengua a extinguir. Y quiero responder aquí en unas pocas palabras. En primer lugar porque me gusta escribir historias de espíritus y nada es más apropiado que con una lengua de fantasmas. Cuanto más muerto está el idioma, más vivo está el espíritu. A los fantasmas les encanta el yiddish y hasta donde yo sé todos ellos lo hablan …”).

En 1981 Singer recibió un doctorado honoris causa de la Universidad de Albany. También otro de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Isaac Bashevis Singer falleció el 24 de julio de 1991 Surfside (Florida) tras sufrir una serie de infartos. Fue enterrado en el cementerio judío de Cedar Park en Emerson (New Jersey). 

Cuatro films cinematográficos se han basado en sus obras, tres calles, una en Surfside, otra en la ciudad de Nueva York (86ª W) y otra en Lublin (Polonia) llevan su nombre en su honor. La Universidad de Miami ha instituido una beca con su nombre.


MAG/28.05.2017

martes, 23 de mayo de 2017

Albert Cohen





Abraham Albert Coen, que modificó su nombre por el de Albert Cohen, nació en Corfú (Grecia) el 16 de agosto de 1895, hijo único de un padre judío romaniota (grupo de judíos establecidos en Grecia antes del Cristianismo) y de una madre también judía pero de lengua italiana. La familia se dedicaba a la fabricación de jabón. Su abuelo presidía la comunidad judía local. 

Ante el evidente ascenso del antisemitismo en la isla y tras sufrir un pogrom, la familia decide emigrar a Marsella cuando Albert tenía 5 años de edad. Sus padres abren una tienda de huevos y aceite de oliva. En 1904 Albert entra en un colegio privado católico y cinco años más tarde en el Liceo Thiers, donde conoció a Marcel Pagnol, que pronto se convertiría en su más íntimo confidente. 
A la edad de 10 años, paseando solo por el barrio marsellés de la Canebière, uno de sus habitantes le llamó youpin (forma racista de designar a un judío). Albert huye de ese barrio corriendo hacia la estación de Saint-Charles y encerrándose en los aseos escribe en la pared Vive les Français!.

En 1913 Albert termina el bachillerato con la calificación de ‘Notable’. Un año después se traslada a Ginebra y se matricula en la Facultad de Derecho, donde obtiene su Licenciatura en 1917 y se hace miembro del movimiento sionista, para lo cual añade una “h” a su apellido para hacerlo más judaizante. Estudia en la Facultad de Letras hasta 1919. En este mismo año se nacionaliza suizo perdiendo la ciudadanía otomana natal. Se casa con Élisabeth Brocher y en 1921 nace su hija Myriam. Publica su primer libro de poesía, Paroles juives (“Palabras judías”). En 1924 fallece su mujer de cáncer. 

En 1925 Albert se traslada a París y se hace cargo de la dirección de la Revue juive (“Revista judía”), de cuyo comité de redacción formaban parte Albert Einstein y Sigmund Freud, entre otros. Regresa a Ginebra en 1926 empezando su carrera de diplomático en diversas organizaciones internacionales, como delegado del Movimiento sionista para la Sociedad de Naciones. 

Esta experiencia le servirá de inspiración para construir los personajes de Adrien Deume et de Solal en Belle du Seigneur (“Bella del Señor”), que publicaría en 1968 y premiada con el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, convirtiéndose además en uno de los libros más vendidos de la editorial Gallimard, reconocida como una novela central de la literatura francesa por su cántico a la mujer, objeto para el autor de fascinación y de desesperación.

En 1930 publicó su primera gran novela, Solal, primer volumen de un ciclo que pensó inicialmente titular La geste des juifs (“La gesta de los judíos”), seguida en 1938 por una especie de segunda parte, Mangeclous (“Comeclavos”). Se trata de una saga protagonizada por los judíos de su tierra natal de Corfú, abigarrada y caótica, donde se confunden los destinos más altos con los más esplendorosos fracasos. 

En 1931 se casa en segundas nupcias con Marianne Goss de la que se divorciará. En 1933 se representó en la Comedia Française su obra teatral Ézéchiel (“Ezequiel”).

Albert Cohen continua su carrera diplomática pasando a ocupar un puesto de funcionario en la División diplomática de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Al inicio de la II Guerra Mundial, se reunió con el general Charles de Gaulle en Londres. 

En 1941 Cohen propone reagrupar en un comité de amigos del sionismo a las personalidades políticas e intelectuales europeas refugiadas en Londres, dispuestas a defender la creación de un Estado judío, tras el armisticio. Los dirigentes sionistas de la Agencia judía para la Palestina discrepan de la política propagandística de Cohen pues creen que el porvenir del sionismo depende más de los Estados Unidos que de Europa. 

En 1943 fallece en Marsella la madre de Albert Cohen y en ese mismo año conoce a su futura tercera esposa Bella Berkowich.

En 1944 Cohen desconfía de sus superiores de la Agencia judía para la Palestina y dimite. Un año después fue nombrado consejero jurídico del Comité Intergubernamental de los Refugiados, donde se distinguió en los trabajos internacionales para la protección de estos refugiados, siendo el inventor del pasaporte apátrida.

Durante la Segunda Guerra Mundial viajó a Francia e Inglaterra, donde redacta Écrits d'Angleterre (“Escritos de Inglaterra”) y Salut à la Russie (“Saludo a Rusia”), que serían publicados tras la muerte del autor.

En 1947 Cohen regresó a Ginebra siendo nombrado director de división de la Organización Internacional de Refugiados en la ONU.

Tras un período de dieciséis años de silencio, Cohen publica Le Livre de ma mère (“El Libro de mi madre”) en 1954, un retrato conmovedor de un ser cotidiano y bondadoso, que evocará de nuevo en sus Carnets (1978).

En 1957 Cohen rechaza el puesto de embajador de Israel para poder continuar su carrera literaria, con temas inspirados en el racismo antisemita, el sufrimiento, el amor y la pasión.  En 1969 publica Les Valeureux (“Los valerosos”) y en 1972 Ô vous, frères humains  (“Oh vosotros, hermanos humanos!).

En 1970 es nombrado Caballero de la Legión de Honor francesa. Poco después sufre una depresión nerviosa que degenera en anorexia y a punto estuvo de perder la vida. Su amigo Marcel Pagnol le convence para que dedique sus últimos años a promocionar su obra. Acepta entrevistas en televisión y una, realizada el 23 de diciembre de 1977 desde su domicilio ginebrino, lo catapulta a la escena literaria. La Magazine littéraire le dedica un número. Su último artículo aparece en Le Nouvel Observateur en mayo de 1981 glorificando el amor de su esposa Bella hacia él.

Albert Cohen falleció el 17 de octubre de 1981, a la edad de 86 años, en su casa de Ginebra. Fue enterrado en el cementerio israelita de Veyrier. 



MAG/23.05.2017

martes, 2 de mayo de 2017

Paul Celan




Paul Celan, pseudónimo de Paul Pessach Antschel (en alemán) o Ancel (en rumano), nació el 23 de noviembre de 1920 en Cernăuţi (Rumanía), actualmente Chernivtsí (Ucrania), hijo único de una familia judía que hablaban alemán en el hogar, puesto que desde el siglo XVIII esa región, la Bucovina, había sido una provincia del imperio austríaco de los Habsburgos hasta 1918. El 30% de sus habitantes eran ortodoxos rumanos, otro 30% ucranianos ortodoxos y católicos y el resto judíos askenazíes. 

A los seis años, Paul entra en una escuela primaria liberal de lengua alemana para continuar su formación en la escuela judía Safah Ivriah. Después de su Bar Mitzvah (rito judío de paso de la infancia a la adolescencia) en 1933, se une a un grupo de jóvenes antifascistas, que publica una revista marxista de nombre ‘El estudiante rojo’. En 1938 se traslada a Tours (Francia) para estudiar Medicina en la Universidad Rabelais, pero cuando las tropas soviéticas, tras el pacto entre la URSS y la Alemania nazi, recuperan la Bucovina, regresa a Cernăuţi, donde se matricula en la Facultad de Lenguas Románicas o Romances. En junio de 1942 sus padres son deportados a un campo de internamiento en la Transnistria. Paul había sido escondido por su novia Ruth Lackner, una judía austriaca actriz, en un refugio en las afueras de la ciudad. Poco meses después su padre fallece de tifus y su madre es asesinada de un tiro en la nuca.

En 1943 Paul es encerrado en un campo de trabajos forzados en Moldavia y liberado un año más tarde por los soviéticos. Publica sus primeros poemas, entre ellos Todesfuge (“La huída de la muerte”), que trata de las penalidades de los judíos en los campos de exterminio. 

Celan viviría ya siempre como sheerit, el que quedó sin nada ni nadie. Con este término hebreo de orfandad se identifica a los cerca de 50.000 judíos liberados de los campos de concentración dispersos por Austria y Alemania en abril y mayo de 1945. A ellos habría que sumar algunos cientos de miles que antes se habían escabullido por poco de las garras asesinas de Hitler, pero que se vieron igualmente huérfanos, vagando por las frías estepas del Este europeo o por los sórdidos ambientes de las capitales donde se ocultaron hasta alcanzar un lugar más seguro en el mundo. Celan se sentía un traidor por seguir viviendo allí donde se había extinguido lo humano, un muerto viviente que carecía ya de aquel amor infinito de su infancia en una espera sin límites. 

Paul Celan se traslada a Bucarest, en compañía de Rosa Leibovici, a quien conoció en los últimos años en Cernăuţi. En Bucarest trabaja como traductor y editor hasta 1947, dejando mecanografiada su primera colección de poemas a Ruth Lackner, y huye hacia París, a través de Viena, donde publica su primer libro Der Sand aus den Urnen (“La arena de las urnas”). A su paso por Viena, en 1948, conoce y se enamora de la poeta Ingeborg Bachmann, hija de un maestro de Carintia miembro del partido nazi. Su correspondencia con Bachmann sería publicada en 2008 por el editor Suhrkamp con el título Herzzeit (“El tiempo del corazón”).

Cuando en 1948 llega a París, Celan frecuenta el círculo de su amigo rumano Isac Chiva, del que también participa Ariane Deluz, primera mujer de Chiva y amante de Celan entonces y en sus últimos años. Es precisamente Chiva quien presenta al poeta a la artista gráfica Gisèle Lestrange, con quien se casaría en 1952. A lo largo de una veintena de años Paul escribiría unas 700 cartas a Gisèle, que su hijo Éric publicaría en 2001. En 1952 publica su segundo libro, de carácter surrealista, Mohn und Gedächtnis (“Amapola y Memoria”), con el que consigue su reputación de poeta del Holocausto y el más importante poeta en lengua alemana de la posguerra, gracias al lenguaje innovador y a su perfecta sintaxis. La poesía de Paul Celan, influída por el surrealismo y rica en imágenes bíblicas, expresa lo absurdo de la vida moderna y la dificultad de la comunicación. La obra de Celan, una de las más profundas, reveladoras y trascendentes del pasado siglo, la de un auténtico hechicero del lenguaje que en sus versos era arcilla modeló los torturados destinos del alma humana.

En la primavera de 1954 se inicia la correspondencia entre Nelly Sachs y Paul Celan que se extiende a lo largo de casi dieciséis años, hasta finales de 1969. Poetas y exiliados, ambos se vieron obligados a vivir y escribir fuera del ámbito cultural y geográfico de la lengua alemana. Probablemente los dos mejores poetas en lengua alemana de la postguerra llevaron existencias atormentadas y experimentaron la suerte de su salvación como una culpa. En Briefwechsel ("Correspondencia") se han agrupado sus cartas, acompañadas en ocasiones de las primeras versiones de algunos de sus poemas. En ellas se refleja la amistad de estos dos seres humanos hermanados por la experiencia del sufrimiento y permiten acceder a su actividad creadora.


En París, gracias a su dominio del ruso, el inglés, el francés, el italiano, el rumano, el portugués y el hebreo, Paul Celan es contratado como profesor de alemán y traductor de Rimbaud, Valéry, Mandelstam, Michaux, Char y Pessoa por la Escuela Normal Superior, donde consiguió una Licenciatura en Filología y Literatura. Adquiere en 1948 la nacionalidad francesa. Al final de la década de 1960, hubo de separarse de Gisèle y Éric y vivir solo. Antes, entre 1953 y 1962, Britta Eisenreich había sido su "mujer alemana”.

En 1960 obtuvo el premio Georg-Büchner y pronuncia en esta ocasión un magnífico discurso “El Meridiano” en el que explica, a través del teatro de Büchner, sus propios conceptos de arte y poesía. 

Una falsa acusación de plagio presentada por Claire Goll, esposa de Yvan Goll, a quien Paul Celan había traducido en ocasiones, le produjo una depresión nerviosa. 

Y a partir de 1965 Paul Celan tuvo que ser internado varias veces en un asilo psiquiátrico y sometido a la administración de psicotropos y electroshock. En estos períodos de internamiento  escribió varios textos en hebreo. Conoce a Ilana Shmueli, apenas una adolescente entonces, y con quien el poeta volvió a encontrarse en diversas ocasiones en París y en Jerusalén.

En 1967 viaja a Todtnauberg para encontrarse con el filósofo Martin Heidegger de quien espera, sin conseguirlo, unas palabras de compasión por los judíos exterminados. Este silencio le inspira el poema Todtnauberg, que es recompensado con el premio literario de Bremen para su autor. En él defiende que el lenguaje debe liberarse de la Historia. Sus versos se hacen cada vez más crípticos, fracturados y monosilábicos. 

En 1968, Paul Celan se integra en el comité de redacción de la Revista L’Éphémère (“La efímera”) con André du Bouchet, Jacques Dupin, Yves Bonnefoy, Michel Leiris y Louis René des Forêts. Al año siguiente viaja a Israel donde pronuncia varias conferencias.

En la noche del 19 al 20 de abril de 1970, Paul Celan se arroja al Sena desde el puente Mirabeau. Su cuerpo se encuentra el 1º de mayo siguiente, siendo enterrado en el cementerio parisino de Thiais. Henri Michaux le rinde homenaje con un poema titulado Le jour, les jours, la fin des jours (El día, los día, el final de los días”).



MAG/02.05.2017